Nuestro cliente, una empresa de reciente creación dedicada a la importación y montaje de cocinas, enfrentaba un desafío particular: necesitaba un espacio de almacén cercano a su tienda ubicada en un núcleo urbano, pero sin estar directamente en la ciudad. Dado que la mercancía llegaba en tráileres, la ubicación debía ser accesible para este tipo de transporte, pero lo suficientemente cerca de la tienda para facilitar las operaciones diarias.
Además, al ser una empresa nueva, no requerían un alquiler de almacén completo, sino un espacio que pudiera ajustarse a sus necesidades actuales, con la posibilidad de expandirse conforme el negocio fuera creciendo. También era crucial que la actividad del almacén fuera compatible con la operación de la tienda en términos de producto, operaciones, y seguro.